Cristo como un nuevo Adán o un nuevo Moisés, como nueva creación, se convertiría en aquel capaz de ofrecernos la presencia y la palabra de Dios en un tiempo y espacio determinados. En Cristo, Dios plantó su tienda en medio de nosotros, y en el Espíritu Santo todo ser humano puede llenarse y santificarse con su presencia. De igual manera, la iglesia como Cuerpo de Cristo, al estar llena del Espíritu, tiene la misión de Dios de servir como templo llevando la presencia de Dios a todos los rincones de
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